lunes, 26 de abril de 2010

El Niño


No, no me estoy creyendo filosofo. ¿Por que lo haría? Pero el día de hoy he visitado la Casa de la Justicia. Los motivos de mi visita no son sustanciales. Mientras estaba parado apoyado a la pared de esta un pequeño niño se me acerco. Tenia unos ojos bastante grandes. Cualquiera hubiera podido leer la curiosidad en sus ojos. Volteó y me miró con sus grandes ojos. Abrió la boca, intento decir algo. Luego se encaminó a una puerta y se quedo parado frente a ella. No hizo nada mas, se quedo parado frente a ella mirándola. Esto me hizo pensar en el sistema. Vivimos bajo una sociedad que nos impone puertas. Muchas puertas, reglas, moral, ética, comportamiento. Creemos ser mas que los animales por ser humanos, por tener como pensar por poder resolver problemas. Pero al final de cuenta tenemos un gran rancho, se llame pueblo, cuidad, país, continente. Una barrera, una frontera es una cerca. ¿Acaso no somos animales? Luego el pequeño comenzó a golpearla. Lentamente, primero utilizo su mano izquierda, la golpeo tres veces, después de los tres golpes utilizo sus dos manos. ¿No es esa la primera reacción de un toro aprisionado? Volteó a mirarme, con sus ojos me exclamaba por su libertad. Me exclamaba n con una pasión. ¡Déjame salir! ¡Quiero explorar! ¡Quiero conocer el mundo! En ese momento mi madre me levanto de mi sueño despierto. “Juan Felipe, mira como es la gente. Esa puerta permanece abierta. La señora no tiene ni idea de donde esta su hijo, debería agradecerte que la cerraste por que de otro modo el niño se hubiera ido a la calle y.” en ese momento mi madre se silenció. “Yo se, tampoco quiero pensar que le pudo haber pasado allá afuera.” Claro, junto a la Casa de la Justicia se encuentra una autopista. Y por mas que no le creí que la puerta permanecía abierta ella me lo demostró. En seguida entro un hombre y dejo la puerta abierta. “¿Lo ves? Es mas común encontrar esa puerta abierta que encontrarla cerrada.” Miré por la ventana y paso un autobús seguido por múltiples taxis. El señor se percato que había un niño y a la salida cerro la puerta. Yo me había parado junto a unas cajas, que tenían diferentes archivos judiciales. Vino el curioso y con una mano se rascó la cabeza y con la otra jalo una de las muchas cajas. Esta solo soltó un pequeño orificio que tenia marcado “ordenes 2009”. Y aunque el intento de arrancarlo fue imposible la duda de nuevo consumió al pequeño. Empezó abrir poco a poco todas las pequeñas compuertas que tenia cada caja. En este momento pude ver miles de ventanas. Millones de ellas. Opciones. Algo me dijo que cada ventana era una opción un camino. Pero de nuevo. Imaginemos un perro callejero. Se le darán dos comidas. Ahí el can tiene una opción dependiendo de que comida tiene cada plato. O cuando dos personas que viven con el perro empiezan a llamarlo simultáneamente. El pobre se vera obligado a cumplir el llamado de alguno de sus dos amos. Se abrió la puerta una ves mas, por ultima vez antes de irme. Entro el recepcionista. Fue a una oficina, entrego unos papeles y al salir se topo con el niño. Casi lo choca. “¿Quien es la madre de este niño?” preguntó mientras el niño se le fugaba por sus piernas he iba a donde una mujer que lo tomó entre brazos y lo beso. De ahí en adelante el niño se quedo quieto, sentado en las piernas de esa mujer. Juicioso y quieto. Al ver al pequeño quieto y feliz, con la señora cual sospecho yo que era su madre. ¿Por que? Es algo que mi madre me ha dicho toda la vida. “Ser madre es único Juan Felipe, y ustedes jamas van a entender, por que ser papá no es ni la mitad de lo que significa ser mamá. La mamá de uno es sagrada he irrepetible, por que cualquiera puede ser papa, pero pocas pueden ser verdaderas madres.” Es triste pero cierto, una madre siempre trabaja mas que un padre. Muchos hombres no lo queremos aceptar pero es cierto. Al ver al niño con esa tranquilidad, sin llorar, sin patalear, quieto y feliz en las piernas de lo que yo creo que era su madre. Me di cuenta que eso es lo especial de nosotros los humanos. Ese amor incondicional. Ese cariño supremo, yo por ejemplo soy una persona bastante cariñosa, y me gusta ser así. Por que un perro adora a su maestro por que este le va a dar comida, y es un sentimiento egoísta. Sin embargo estoy al tanto que muchos humanos son así, puro egoísmo, mucha gente hace creer “te amo, te adoro, te quiero” siendo mentiras. Pero no los culpo. ¿Por que? Por la sociedad en la que vivimos, hoy en día un te quiero no significa nada. Lastimosamente mucha gente de ese estilo nos rodea, pero es gratificante saber que no todos piensa de esa manera. Eso nos hace diferente de los animales, el poder amar, y aunque suene cursi es cierto. Un animal no ama, solo se aparea y duerme. La verdadera intensión de este escrito era decir que nosotros somos animales, pero no es cierto. ¿Para que escribir falacias? Existen muchas formas de amar no me malinterpreten. No todas tiene que ver con el romance. Y yo se que clase de persona soy yo, y yo se cuales son las personas que amo y como lo hago pero que clase de persona eres tu?
¿Dices te quiero por convicción?

No hay comentarios:

Publicar un comentario